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martes, 28 de septiembre de 2010

El método

ardilla
Existe un método para ser fotógrafo? 

Esa fue la primera pregunta que vino a mi mente cuando empecé a tomar más en serio este pasatiempo. Investigue en internet, leí libros, incluso hasta obtuve temarios de escuelas de fotografía. No tarde mucho en descubrir que no existe.

Después de un tiempo pude darme cuenta que cada fotógrafo tenía su propio método, por decirle de algún modo; en analogía con los grandes de la pintura y la escultura, en este arte se aprende las bases y se desarrolla una técnica persona, una visión intima de lo que deseamos.

Esto quiere decir que no hay fotógrafos buenos o malos, solo los hay inexpertos, o principiantes y en el otro extremo los profesionales.

Una vez que entendamos esto nuestro viaje a través de este arte será más divertido, más placentero…ya que no se trata de aprender un método mecánico de cómo se deben hacer las cosas, se trata de aprender cómo se hacen y añadirles nuestro toque personal.

El éxito de la fotografía se logra cuando dominamos las bases y le imprimimos nuestro sello personal. Cuando nuestras fotografías despiertan sentimientos, sensaciones, cuando dicen algo a quien las ve. 

Cuando sentimos que en la imagen hay un momento atrapado para siempre y que nosotros estuvimos ahí para retenerlo. Como muchos artistas, las fotografías que logremos deben ser de satisfacción personal antes que del dominio público. 

Pero de la misma manera que para poder ser un pintor famoso es necesario que los demás vean y disfruten de nuestro trabajo. No?

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